En estos días, a gente que conozco se le murió un ser querido. Precisamente a dos de ellos, la madre y a otro el padre. Todos grandes, más de 80 años. No sé pero, ese dato siempre sirve, tranquiliza saber la edad que tenían. Y tener más de 80, la mirada es otra, sabemos que en cualquier momento parten, debe ser así.
Pero los que quedan, sufren y mucho, lloran su muerte y no piensan en la edad, simplemente les duele que no estén. Y es que ante la muerte no se puede hacer nada, y en mi caso que hay que dar las condolencias, no me sale decir nada. Simplemente eso… nada
Por eso para ellos y para todos los que han perdido a alguien les dejo esta poesía de Auden, que para mí es una de las cosas más románticas que leí en mi vida. El dolor lo describe de una manera simple y hermosa. Creo que es lo que se siente cuando no tenemos a los que amamos con nosotros
FUNERAL BLUES
Detengan los relojes
desconecten el teléfono
denle un hueso al perro
para que no ladre
Callen los pianos y con ese
tamborileo sordo
saquen el féretro...
Acérquense los dolientes
que los aviones
sobrevuelen quejumbrosos
y escriban en el cielo
el mensaje...
él ha muerto.
Pongan moños negros
en los níveos cuellos de las palomas
que los policías usen guantes
de algodón negro
Él era mi norte mi sur
mi este y oeste
mi semana de trabajo y mi
domingo de descanso
mi mediodía, mi medianoche
mi conversación, mi canción
Creí que el amor perduraría
por siempre.
Estaba equivocado.
No precisamos estrellas ahora...
Apáguenlas todas
Envuelvan la luna
desarmen el sol
Desagüen el océano y
talen el bosque
porque de ahora en adelante
nada servirá.
WH AUDEN
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