viernes, 14 de marzo de 2008

Calamaro en Mendoza

Anoche fui a ver Calamaro al Estadio, me encantó, un recital lleno de canciones hermosas las de siempre, cantó varias de "Alta suciedad"y las de ahora, presentó "La Lengua Popular" y las que no pueden faltar: Costumbres, Canal 69 y Paloma, a propósito de Paloma, nunca entendí porque esa canción es casi un himno, el perfil? niñas entre 20 y 25 años que van a escuchar ese tema. Menos mal que termina con Paloma y entonces pueden, de paso, disfrutar de toda la obra de Calamaro y escuchar el nuevo disco... pendejas!!!
Más de 6000 personas disfrutaron de una noche donde Andrés nos hizo feliz aunque sea por está vez.
Bueno y ahora a leer los diarios donde la creatividad llevará a encontrar las siguientes frases. El Salmon ante 7000 fanáticos...., La lengua de Calamaro.., Calamaro y un show brillante, etc.

jueves, 6 de marzo de 2008

Tierra de Vendimia, tierra de creación!

Este es el video del los uruguayos El Cuarteto de Nos, el tema: Ya no se que hacer conmigo



Y parece que en Mendoza tampoco saben que hacer


Seré yo ...maestro?

Mendoza y el paro de docentes
Por esas cosas de la vida siempre estuve rodeada de maestras: mi hermana, amigas, madres de mis amigas y por supuesto vecinas. Se que no es nada extraordinario ya que todos tenemos o tuvimos una maestra cerca. En los cumpleaños, en alguna cena o reuniones de mujeres, hay maestras. Y ellas son especiales, como todos, pero maestra especiales, solo ellas.
Están las que tienen una vocación que les sale de los mas profundo de su ser, la disfrutan y se les ilumina la mirada cuando hablan de sus alumnos. Cuando llegan a sus casa, su familia tiene que escuchar atentamente las aventuras que hicieron sus “angelitos”, las travesuras del terrible del aula y como lograron con ella a sumar, van siempre contentas y nada ni nadie les hace perder el buen humor, tiene maestría en optimismo y todo tiene solución. Difícilmente tengan hijos o uno, si se puede, pero ellas con sus chiquitos que son 30, están contentas.
Están las que se sacrifican y tiene dos trabajos, en la mañana en una escuela bien alejada de la ciudad así le pagan zona pero al mediodía se despiden fugazmente y salen disparadas porque no llegan al colectivo que las lleva al turno tarde, éste en una escuela céntrica, siempre es conveniente estar cerca de todo. Viven cansadas por tanto trabajo pero si no es por ellas la economía del hogar se resiente y aunque no lo esperan siguen con los dos turnos por si vuelven esos tiempos donde son el “único” sustento del hogar.
Están las que nacen un poco más débiles que el resto de los mortales y cualquier puerta abierta que deja entrar una cálida brisa provocan que se enfermen. Se siente tan frágiles ante el mundo que tiene que pedir licencias y maldicen porque al principio son pocos días pero saben perfectamente que en algunas épocas del año las licencias son más largas, lo saben se conocen, no pueden sobreponerse a los crudos inviernos, a los dolores de espaldas, y ni hablar si el enfermo es el padre o el esposo. Caen derrotadas porque saben el final. Su voz comenzará a decirles que el estrés que están pasando va a llevar tiempo y sus cuerdas vocales necesitan descansar. Licencia por enfermedad 40 días a mitad de año y que Dios nos ayude con la suplente.
Están las que con nostalgia piensan que todo tiempo pasado fue mejor , que el papá de ese “ niño problema” era un santo cuando ella fue maestra de primer grado. Sin darse cuenta los tiempos cambiaron, sus alumnos crecieron, sus hijos crecieron, se siente mal y ya no espera con alegría cobrar a fin de mes para comprarse un libro o algún perfume, o esos aros que tanto le gustan. Su vida era la de antes, ahora todos están grandes y no la entienden, pero nunca se quejó ni en su casa ni en la escuela, así que pide el pase a un cargo pasivo y en el próximo acto se anuncia que la escuela tiene una nueva secretaría administrativa, por su tranquilidad, la de su familia y la comunidad escolar.
Por último las que van a clases para retribuir un poco de lo mucho que la vida le dio. No lo disfruta pero tampoco se cansan. Jamás se enferman pero sus licencias son largas, por los viajes a Europa que hace con el marido y que cuenta con todos los detalles en la hora del té. Siempre les pregunta a todas como está, y no es que le interese solo que es educada. Se horroriza cuando algún alumno le cuenta que no tiene plata para comprar el libro que ella pidió y para el día del amigo les regala a todas sus compañeras. Es la que propone comprar más estufas y su corazón es tan grande que al finalizar la tarea de todos los días siempre lleva en su auto a alguien hasta la casa.

Todas con sus errores y sus aciertos son las que cuidan de nuestros hijos, las que le enseñan a leer, escribir, razonar, y el respeto por los demás. Los padres también les enseñamos lo mismo pero debemos agregarle una explicación, en estos días tenemos que contarles a nuestros hijos que sus maestras están peleando y no de la mejor manera
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miércoles, 5 de marzo de 2008

Cuando pa Chile me voy… vuelvo

La ansiedad era colectiva. Todos alguna vez habíamos soñado con ese momento varias veces, y el día había llegado: emprendíamos el viaje para pasar unos días en Chile. No se si estábamos lo suficientemente cansados o estresados -o de tanto escucharlo por todos lados- pero estas vacaciones eran casi obligadas. Y estuvo bueno. Las ganas de pasarla bien hicieron que el túnel no fuera tan largo, y el cartelito de Bienvenido a… lo tomáramos como algo directamente personal. Pero estar en otro país -aunque sea acá, a un par de montañitas- tiene algo especial. Varias cosas llamaron mi atención de nuestros hermanos del país vecino como por ejemplo el respeto que se tiene para manejar en la ciudad; el solo hecho de parar en cualquier parte de la calle para que el peatón cruce, en cualquier lugar del mundo es normal pero para un argentino ver eso es fantástico. Acá te tocan bocina. Pero recordando a tu madre te amenazan que si no cruzas rápido hacen que parezca un accidente.
Había mucha gente en las playas pero nadie grita, ni insulta, ni se quejan el clima era realmente “pacífico”.
El idioma de los chilenos también es un tema a tener en cuenta y aunque crean muchos que es parecido al nuestro tiene una gran semejanza con el inglés porque se escribe de una manera y se pronuncia de otra: ¿cómo estás? se dice ¿cómo estai?; ¿entendés? se dice ¿cachai?; ¿tenís? es ¿tenés?; arto es mucho; pa que es para que; y cuando estás en la caja del supermercado la cajera te pregunta si sumas puntos. Obviamente nunca entendí que me quería decir pero por las dudas siempre le dije que no. Ahora bien, prestando atención y pidiéndoles que hablen despacio, podemos llegar a entenderlos.
Y si de entender sus sentimientos se trata, eso lo hace muy bien y lamento decirles que Chile no nos quiere. Lo pude comprobar en su famoso Festival de Viña del Mar. Allí se presentan artistas de varios países y luego un jurado elige la canción ganadora. La Quinta Vergara, lugar donde se desarrolla el festival, estaba colmado y ¿qué creen qué pasó? ¡si! un argentino (mendocino) se presentaba esa noche con su canción para competir. Cuando los locutores anunciaron el país del atrevido músico la silbatina fue ensordecedora. Esos minutos que parecieron horas quedé petrificada. Mal y muy lejos de mi casa es lo que sentí en ese momento. Lo que molesta es que por solo nombrar Argentina ellos reaccionen así, si primero lo escuchaban al mendocino que cantó y después silbaban era comprensible, porque después que presentó su canción daban ganas de silbarlo a este músico que solo puedo recordar como muy “voluntarioso”.
El respeto por los demás, los sumisos que son, como hablan y que no nos quieren son las cosas que me cautivaron. Puede que sean pocas pero es lo que hay, es un país chiquito…
De regreso a casa la ansiedad seguía siendo ansiedad pero ahora relajados, cansados y descansados, un poco bronceados y ese túnel que está vez se hizo largo abrazó mis sensaciones de ver el cartelito que decía “Bienvenidos a la República Argentina” y el alma vuelve al cuerpo. El estar otra vez en casa es lo mejor que (me) nos pudo pasar
Besos

martes, 4 de marzo de 2008

Encantada soy María

Y el día llegó, estuve meses pensando en hacer este (mi) espacio. Y acá está y acá estoy.
No se que pasará, ni que caminos recorreré pero todo lo que piense o casi todo lo escribiré.
Son los tiempos que nos tocan vivir, la era de la comunicación a través del blog.