Puede ser un
slogan interesante para atraer turistas, pero no hace falta porque llegan solos.
Entonces, la ironía toma fuerza porque sabemos que nadie se salva de esta
pandemia.
Como
sanrafaelina afincada varios años en la capital debo confesarles que algo de
orgullo me queda y ver que San Rafael es y será -por mucho tiempo- el lugar
elegido por los turistas; está copado.
Hace unos
días fui de visita. La larga y constante fila de autos cargados (como un camino
de hormigas marcando el tesoro, eligiendo el mismo destino), para mí fue
emocionante. Después de tiempos tan complicados donde la economía se resiente
tanto, poder ser testigo- y parte- de un poco de movimiento y consumo, es
esperanzador.
Porteños
pidiendo carbón, niños tomando helados, adolescentes buscando aventuras y hasta
los mismos habitantes llegando con reposeras y heladeritas al recién estrenado
boulevard de la calle Rawson visten a una ciudad que -para algunos
insatisfechos- solo le falta el mar para ser perfecta.
Todo eso
como una postal de la entrada al paraíso que siempre (nos) jactamos y que está
ahí en el corazón mismo de Mendoza, para disfrutarlo.
Pero, y
lamento, no hablaré de turismo aunque promediando el texto lo pareciera. Mi razón
de estas líneas es contarles lo olvidado que está el uso y costumbre del
barbijo en eso lares. Ni hablar de rociar con alcohol en gel a cualquier
individuo sospechoso y la faltante del “aparatito” que disimula tomarnos la
temperatura corporal.
Escasean en
todos lados, como si la ruta del coronavirus hubiese marcado un desvío,
liberando a la zona y ni los que viven ni sus visitantes se percataran de la
tragedia que puede estar al acecho para renacer en cuanto el sol no caliente
tanto.
Faltantes
de control por parte de la mayoría, si hasta desafían con la mirada mostrando a
la vez una sonrisa que nada la oculta.
San Rafael,
ciudad libre de covid es casi el slogan que se respira. Si en los bares hay
algún frasco con alcohol en gel lo cuelgan abandonado sin dueño ni servicio.
Es tan
gustoso el aire y las tardes, que las tormentas siguen siendo el único peligro sobreviviente
en esta tierra.
Si me
quedaba más días hasta el “tema del verano” conseguía.
Por eso si
piensan ir a San Rafael a pasar unas vacaciones, lleven abrigo por si la noche
enfría, protector solar para las espaldas y las mejillas.
Pero es muy
importante, ahora más que nunca, no olvidar que siguen vigentes las medidas: distanciamiento
social, barbijo y las manos limpias.
Y al fin si
disfrutar de San Rafel, con todos los cuidados para vos y tu familia, que la
ciudad libre de covid aún nadie la conquista.