miércoles, 12 de enero de 2011

¿Gorda, te pasa algo?

Noche calurosa, cansada y aburrida, todo lo necesario para que, si alguien te invitaba a cenar aceptabas sin pensarlo. Y eso hice, fui a los de unos amigos, gente grande, que podrían ser mis viejos, pero tienen el alivio que no lo son .
Prepararon cosas ricas para comer. Muchas. Llegué y estaba todo listo, como cuando mi vieja me esperaba con la comida, con la sonrisa en la puerta y ansiosos por verme. ¡Que bueno! -pensé- faltaba solo sacarme los zapatos, recogerme el pelo y cruzar las piernas para sentirme en casa. Pero no hizo falta, comenzamos a comer y disfrutar de la cena, aunque la insistente manera de decirme todo el tiempo que comieras comenzó a inquietarme.
Hablamos de cualquier tema y cada tanto interrumpían con un : “comé Laurita, no estás comiendo nada” Parte de ser buenos anfitriones fue insistir toda la noche en que comiera.
Y si hay algo que soy es... obediente. Entonces “Laurita” comenzó a darle al diente. Sin delicadezas, cansada y aburrida, como rubia que hace dietas y pregunta boludeces.

Saboreé, gocé, deleité sin saber lo que me esperaba. Relajada y con ganas de ir a dormir, luego del postre y el fernet llegó la hora de marcharse,quien les habla se levantó del cómodo sillón y comenzó la retirada. Ahí fue cuando en un momento y por la espalda sentí la estocada final, la que no se espera , la que te amarga la noche, el día y la semana. La inesperada. Cuando ya sentía que lo de panza llena corazón contento se estaba cumpliendo, el jefe de la casa, el viejo amoroso que pidió solo salud en el brindis de Año Nuevo, el mismo, me zampó: Che, está más gorda vos no?
-Si… puede ser … (me quedé sin palabras, sin aliento sin ganas de vivir)
-Seeee está más gorda, unos dos kilos por lo menos… pero bueno quédate ahí eh?, no sigas más, ahí está bien

¡Je! ¿en que receta, hormona, recuerdo, arteria seca se le perdió al veterano que jamás, pero jamás a una mujer se le dice que está mas gorda?
Ni las mujeres tenemos preparado que decir cuando te largan semejante crueldad

¿Qué le cambió a él decirme eso? porque a mi me jodió el martes

Gracias por todo, recuerdo haberle dicho cuando me despedí. Y huí, corriendo para quemar calorías, aunque sea las de la cena. Transpiré, me agité y así llegué a casa arrastrando mi noche la cansada, la calurosa, la aburrida pero Gorda sobretodo más gorda!