martes, 21 de septiembre de 2010

Es un amor de primavera. La Novia

Llegamos acá estamos, en el mejor estado.Y acá somos todas, porque todas en algún momento, fuimos, somos y seremos: La novia
Ahí es donde mejor se vive y se siente. Si!!! es verdad eso de las mariposas en el estomago, los nervios de esperarlo, de que llame. El pensar que todo se soluciona con solo mirarlo. Amar y no importar nada más. Todo lo podemos, todo lo sabemos. Es placer, felicidad, todos los días y todo el día. Esperar verlo, tocarlo, besarlo. Es el mejor estado y más ahora, en septiembre, porque todo florece y el amor florece. Disfrutarlo al máximo, sin preguntas, sin temores, sin vergüenza. Solo vivirlo porque… esto también pasará…
¡Feliz primavera! Y recuerden lo importante es ser la última no la primera

jueves, 16 de septiembre de 2010

La amante

Su vida cambió, lo que no estaba planeado, un día se le presentó. Nunca lo imaginó. Tampoco lo soñó, porque esas cosas no se sueñan. Simplemente se viven o no. Ella quiso vivirlo, eso era amor, algo que nunca había sentido, entonces estaba segura que por fin el hombre de su vida había llegado. Lo amaba, como jamás imaginó amar a alguien, lo deseaba. Se sentía completa, felíz, pero…. no única. Se convirtió en la amante de ese hombre que ya había elegido a otra mujer para vivir.

Sus días cambiaron, de la mejor y peor manera. Los fines de semanas eran eternos y los lunes mágicamente se convirtieron en esperados. Lloraba más de lo que reía, pero los dos sentimientos era intensos. Pasaba de la alegría exagerada, de sentirlo cerca y poder besarlo, al sufrimiento desgarrador de saborear la soledad cada noche y pensar que no era el único motivo de vida que él tenía.

Sus horas cambiaron, cada minuto que pasaba pensaba que podía suceder. Quería escuchar de su boca que ya lo había decidido, que no podía vivir más así. Que la dejaba para irse con ella. Comenzó a sumar los días, las horas, los minutos. Fueron muchos, demasiados para poder soportarlo.

Su vida, sus días, sus horas no fueron lo mismo. No sentía igual, no creía en nada ni en nadie. Le mintieron, amó como nunca más lo va a hacer. Se dio cuenta que la engañada era ella. La dejaron con el alma destrozada, con la primavera por venir y con la seguridad que el amor nunca existió.

viernes, 10 de septiembre de 2010

La Esposa

Su amor es simple, directo, concreto, claro. Su objetivo lo siente, lo vive, lo sueña y por supuesto lo cumple. Compartir la vida con él ¡Eso! Para siempre, ¿está claro? Para siempre, cueste lo que cueste.
Eso es la esposa. La que ama hasta cuando no ama. La que a pesar de todo y “todas” estará a su lado. El “hasta que la muerte los separe” va en serio. Con eso no se jode. Los chicos, la casa, los proyectos, la plata, la soledad, el amor, el egoísmo, todo absolutamente todo se solucionan estando juntos.
Pasará por muchos “enamoramientos” pero siempre estará enamorada. Nunca mirará a otro hombre (sic) aunque pensará que es otro en ciertas ocasiones. Madre esposa, esposa madre entre esos papeles jugará siempre, sin descuidar a ninguno. Bella, fresca, divertida, firme, segura pero con los pies sobre la tierra, hasta los sueños son sueños. Lo amará siempre y solo eso la ayudará a enfrentar todo lo que se interponga en su camino.

jueves, 2 de septiembre de 2010

Setiembre mes del amor: Hoy La Viuda

Abrió el paclard y vio el tapado. Siempre había estado ahí pero esta vez fue diferente. Una catarata de recuerdos la tumbaron sobre la cama. Se derrumbó. Y su mente no paró por unos minutos. Fueron muchos momentos los que volvió a vivir. Todos eran de felicidad. Se recordó sonriendo, usando ese saco y siendo felíz.
Hace tiempo que ya no lo era. El perfume impregnado fue como sentir otra vez que estaba viva.
¿Cuántas veces habían hablado de esto? ¿Cuál de los dos dejaría este mundo primero? Ella reía y le parecía absurdo todo eso. Él insistía, en que fuera feliz, que lo llorara lo justo y necesario. Ella creía que jamás pasaría. Pero ahí estaba abrazada al tapado que le regaló la última navidad en París. Y sabía, que no volvería a usarlo, no sin él. Abrazada como sosteniéndose, tenia que volver a guardarlo. Pero estaba paralizada, sabía que después no podría seguir con su vida. Bah! Eso que los demás la llamaban así, ella no. Hace tiempo que sentía que ya no vivía. No si él.