viernes, 2 de febrero de 2018

Atrapados sin salida

¿Por qué nos cuesta tanto irnos de los grupos de whatsapp, con lo útiles que son? Además de la ironía, te ofrecemos dos posibilidades: hacer terapia hasta llegar a la parte de “problemas para sociabilizar” o seguir leyendo esta columna.

Bien ahí, ¡buena elección!

En algún momento de nuestras ocupadas vidas se nos cruzó el dilema, la inquietud de cómo hacer para dejar algún grupo de whatsapp. Como una sentencia, lo afirmo: ese momento no es nada fácil. Podemos cruzarnos de vereda si no tenemos ganas de saludar, podemos en una fiesta “circular” todo el tiempo para no encontrarnos con esa persona, podemos quedar mal de mil maneras, pero jamás en whatsapp. Lo pensamos, ensayamos despedidas, escribimos y borramos mil veces ese mensaje para que parezca creíble. No sucede, y el cartel que reza “Saliste”  no está al alcance de todos como muchos piensan.

Alguien te añadió al grupo  
Los grupos -claramente- han llegado a nuestras vidas para alimentar cierta morbosidad y que el hablar con otro de otro sea más divertido. Si no, nada de esto tiene sentido. Un verdadero caldo de cultivo, un círculo vicioso de donde -ya lo dijimos- no es fácil salir.
Algunas cosas están preestablecidas, como un contrato: todos sabemos que si sos parte de un grupo, indefectiblemente hay subgrupos. Cuando "se arma" lío entre dos en la sala, hay otros hablando, en la parte del fondo.
Entonces, toman vida las frases como "¿Viste lo que le dijo?" o "¡Qué horrible sale en esa foto!" o "¿Y esta, qué se cree que nos va a mandar a todos?". Un derrotero de conclusiones y criticas. ¿A quién no se le escapó un "disculpen, me confundí de grupo"? Esa frase ha salvado vidas.

En línea
Ese es el estado ideal, disponible siempre para todos los grupos; claro que no son iguales y cada uno requiere de atención especial.

Hacemos el top 5 de los más usados

5. Grupo de padres del colegio. Utilidad: pasar la tarea cuando el niño falta a clases, comunicados en caso de una reunión a la que no fuiste, campamentos y/o salidas del colegio. Algo fundamental en este grupo es, cuando termina el cumple de tu hijo, mandar mensaje de agradecimiento por llevar a sus hijos. Luego, esperar las respuestas generosas por la hermosa fiesta y el juguete en la bolsa de las sorpresitas. Los miembros más activos son las mamis. Sepan los papis que caen gordos cada vez que sugieren algo.
4. Grupo de la primaria y secundaria. Temido, pero a todos nos llega este grupo. Acá no hay término medio: el que siempre fue un inmaduro de bromas pesadas sigue igual, nada más que con panza. Y los que cambiaron se fueron más allá del infinito. Irreconocibles, a tal punto de que muchos deben presentarse otra vez: “Ey, soy el Rulo”, dirá el pelado de la foto, o Sandrita, que está igual a su mamá. Y listo. Ya tenemos un lugar donde mandar los chistes malos y las cadenas de los otros grupos.
3. Grupo de compañeros del laburo. Este es de cuidado. Y más si está el jefe (aunque el sujeto se limita solo a un frío “OK” como respuesta a todo). Cuando esté de buen humor, hará el “me gusta” con el pulgarcito para arriba y no dará para más. ¡Atención! Que sigas en ese grupo siempre será una buena noticia.
2. a) Grupo del fútbol y/o asado. Qué decir que no sepan. Acá está el de las fotos prohibidas y los chistes más fuertes. Utilidad: además de reír solo frente a la pantalla, se usa para coordinar día y hora para jugar o comer.
b) Grupo de amigas. Como el anterior, pero con perfume. Está la que manda fotos de hombres que con poca ropa desean un feliz fin de semana. La que casi todo lo comparte: ofertas, lugares y comidas. La que arma juntadas para tomar cerveza. Y la encargada de poner color con corazones que laten y besos de colores. Este lugar reúne a casadas, solteras, divorciadas, jóvenes y adultas. Todas iguales bajo el mismo grupo.
1. Grupo de la familia. Mamá, papá, Nico, Guada y tú. Las charlas en este grupo son las que se dan en la mesa familiar. Es una extensión de la sobremesa.
Y así, pasito a pasito, construimos nuestros mundos donde nos miramos, conectamos, divertimos, compartimos, sufrimos y peleamos. Un lugar donde entrar es fácil, pero salir es de valientes.