Seamos realistas, pidamos lo imposible

Si nos dicen que se van a reunir en una habitación, políticos,empresarios y periodistas para hacer un pacto. Nos va a oler mal. Son todas malas palabras para la sociedad. Repasamos mentalmente y decimos: políticos,empresarios,periodistas,pacto. Y si huele mal. Suena mal.
Pero si a eso le agregamos una palabra que nos comprometa a todos, vamos a querer saber de que se trata. Y “Social” es la palabra que salva a este acontecimiento que llaman pacto.
Entonces Pacto Social es lo que hay.
Ahora bien, le damos un visto bueno, y decimos que los que representan a la sociedad se van a reunir para tratar la problemática de la inseguridad en nuestra provincia.
Volvemos a pensar, pero esta vez nos preguntamos ¿los que representan a la sociedad se van a reunir para tratar la problemática de la inseguridad en nuestra provincia?
¿Verdaderamente nos representan?
De los políticos ya está todo dicho, y no hace falta mucho para darse cuenta que no son creíbles, y a pesar de ser elegidos por nosotros, no nos sentimos representados por ellos.
De los empresarios otro tanto, generalmente se lo asocia con el egoísmo, la frialdad que se necesitan para los negocios y que viven una realidad alejada al común de la gente. Son parte de la sociedad, pero de otra sociedad. No la que interesa en este pacto.
Los medios: los últimos años la imagen de los periodistas ha caído. Ya no son tan creíbles y no son valorados profesionalmente. La gran cantidad de información que recibimos diariamente, nos hace más escépticos, lo que nos lleva a cuestionar y a no creer lo que nos informan.

Ellos son los que mañana estarán en el gran día para Mendoza. Entonces, seamos realistas, pidamos lo imposible:
Que los políticos escuchen y acepten.
Que los empresarios se den cuenta que son necesarios para el progreso y que pueden ayudar a cambiar las cosas.
Y los medios que sepan que su trabajo tiene que ser el de seguir informando pero con la inquietud que el mundo está cambiando, y que la sociedad se da cuenta.

Por último y ya que hablamos de imposibles, a nuestro gobernador le daría tres meses, a partir del momento que se firme el Pacto Social, para ver algún cambio. Él nos pidió seis meses y no funcionó.