¡ Es la salud, estúpido!

A pesar de la gripe A y de las recomendaciones de no salir, los artistas de mi provincia en un acto de inconsciencia absoluta, hacen funciones y esperan que vayas.
Por favor no asistas, no los apoyes; esta vez déjalos solos.

Con más de trescientos casos sospechosos, médicos que se contagian de sus enfermos, y números finales que no conocemos, la gripe A llegó y espero que no se quede. Para que esta pandemia se aburra y se vaya, tenemos que darle una manito.
Una de las recomendaciones es no salir de casa. Así de simple, tratar de estar en familia y pasar este fin de semana sin salidas. Porque si salís, tocás cosas, entrás en contacto con gente que no sabés si tiene el virus, y podés enfermarte.
Ok, así de simple.
Ahora bien, parece que los artistas de mi provincia han decidido hacer pito catalán a la Influenza y continuarán con su programación habitual. Obras de teatro y recitales en lugares chicos, de difícil acceso. Sitios que, en épocas comunes, ya son inseguros, contaminados y llenos de ácaros, esperan que nosotros estemos ahí riéndonos o tarareando canciones mientras el virus acreditado se sienta a nuestras espaldas.
¡Es sólo un fin de semana!
¿Qué los llevará a hacer oídos sordos ante esta situación? ¿Tendrán miedo de perder vigencia porque se ausentan unos días? ¿O la pérdida económica es tan grande que no pueden suspender? ¿Habrán invertido tanto en la producción de sus eventos, que les hará arriesgarse sin pensar y de esta manera poder recuperar un poco de plata?
¿Será que los productores de reconocida trayectoria nacional e internacional que suspendieron sus obras, en la situación de estos artistas harían lo mismo?
No lo sabemos y tampoco sabemos, además de un par de rutinas efectivas, que es lo que pasa por las cabezas de los artistas de mi ciudad. Pero no perdamos tiempo, no es momento de educar, son adultos que supuestamente sabe lo que hacen.
Por eso estimados provincianos, sumemos una recomendación a nuestra lista -una mancha más al… chancho- y no salgamos de casa, no vayamos a verlos, no compremos una entrada este fin de semanas para ningún espectáculo. Sin público, sin nuestro apoyo se darán cuenta, esperemos, que es por unos días nada más, que los queremos y los respetamos, pero esta vez no estamos con ellos.
Y cuando apaguen las luces, desenchufen los micrófonos y se saquen el maquillaje, en ese momento solos frente al espejo de su camarín, se digan en voz alta: ¡es la salud, estúpido!