Evidentemente no tener padre desde niña, ha tenido efectos en mi vida.
Uno de ellos es que me cuesta mucho vivir este día, sin pensar en los que ya no tiene papá.
Con mi hermana,cuando él murió, eramos muy chicas.
Entonces, con mamá vivimos más o menos así:
Durante años antes de dormir, creí ver la sombra de un hombre en la puerta de mi habitación, siempre, esperaba que me saludara.
No sabía qué hacer con el regalo que le hacía en el cole para esa fecha, repasaba camino a casa a los tíos que les podía dar el "cenicero" hecho de un jabón.
No me decían "ya vas a ver, cuando venga tu padre", me decían "si te viera tu padre"
El chiste favorito de mi niñez fue: "Una persona iba por un callejón oscuro y de pronto escucha una voz gruesa que le dice "tú eres mi hijo, pero yo no soy tu padre!
Quién es? (la madre)
Mi madre nos acostumbró a "cenar" cualquier cosa. Nunca más cocinó de noche.
Cuando fui grande supe que habían programas en la tele dedicados al fútbol.
Cuando voy al baño no subo la tabla, ni la bajo, no la uso.
Truco para mí es lo que hace un mago.
Cuando digo que algo es "un dolor de bolas" no sé lo que quiero decir.
A pesar de todas esas cosas miro al cielo ,como cuando era niña, y pienso que probablemente, esto sea un homenaje a mi padre.
(Bueno en realidad es el 24 de agosto, pero ese es otro tema)