sábado, 13 de diciembre de 2008

Un famoso vive en mi barrio

La frivolidad al palo

¿Alguna vez imaginaron estar en Miami haciendo compras, con la tarjeta dorada y de pronto encontrarse con un famoso?

Yo no, ni siquiera lo pensé, pero en un traslado imaginario suele ocurrirme esto cuando voy al super de mi barrio.

Hay un músico, integrante de una banda, que vive cerca de casa.
Él, gran parte del año está de gira por muchos países y es habitual que a sus conciertos asistan más de veinte mil personas. Cuando terminan sus viajes, viene a Mendoza y descansa. Entre las cosas que hace, después de meses de ausencia en su tierra, es ir al supermercado a comprar víveres para su estadía. Bien acá comienza mi juego, tiene un aspecto de rockstar, su pelo largo, cuidadosamente despeinado, es de color intenso, usa pantalones bien ajustados verdes y remeras con inscripciones dejando ver uno que otro tatuaje en los brazos, las zapatillas resupermodernas plateadas o rojas con tiras amarillas y sus ojos ocultos tras unos lentes oscuros, reflejan el cambio de horario -que no es precisamente una hora a Baires-, lleva pulseras de cueros y toda la tecnología en su celular.
Entonces con estos condimentos, él hace que yo sienta por un momento que estoy en alguna tienda de South Beach en Miami.
Pasea por los pasillos del local y la gente lo saluda amablemente. Compra solamente botellas de agua mineral en compañía de esas infaltables e infartantes muchachas rubias, que siempre lucen a lado de estrellas como él.
Así también disfruto de mi recorrido por esta tienda de Miami; busco las bananas, que no son Republic, compro agua mineral, tratando de recordar cuál fue la que pidió Luismi, me acerco lo saludo y voy a la caja, pago con mi tarjeta… de débito (espantosamente llamada “Maestro”) hablo con la cajera a quién no le entiendo lo que me dice, aunque... nunca le entiendo lo que me dicen y parto hacia mi casa.
Camino por las veredas, miro en los bares a la gente tomando algo, y a el personaje de siempre, como el dueño del descapotable que tiene un caballo de fuerza y lo maneja, con la manía de llevarse todos los cartones y botellas que encuentra.
Ya en mi casa, despierto de este corto viaje. Me siento en el sillón y pienso que el vecino celebrity, volverá en un tiempo no muy largo y otra vez me encontraré en Miami, haciendo compras.

2 comentarios:

Don PePE`s dijo...

y las fotos de las rubias ?? :D jajajaja

pd: haran entrevistas por vivir cerca de un famoso?

María Laura dijo...

traté de describirlas lo más que pude a las "rubias" para qué? poner fotos? Las fotos ocacarían mis letras! Nadie leería por ver a las rubias.
ja ja Gracias Pepe´s